La Comisión Europea (CE) anunció este martes la apertura de una investigación formal para analizar si la bolsa de energía EPEX Spot se ha aprovechado de su posición dominante para obstaculizar la actividad de sus competidores en el mercado de servicios de facilitación del comercio intradiario de electricidad en al menos seis países.
Esos Estados miembros son Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos, según indicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
«Las bolsas de energía son fundamentales para el funcionamiento eficiente de los mercados de electricidad. El comercio de electricidad desempeña un papel cada vez más importante en la gestión eficaz y segura de las redes eléctricas. Ayuda a garantizar que la electricidad fluya desde donde se produce hasta donde más se necesita, en beneficio de los consumidores europeos», declaró la vicepresidenta de la CE encargada de Competencia, Margrethe Vestager.
La política danesa añadió que mantener una competencia «sana» entra las bolsas de energía y entre los comerciantes contribuye a «señales precisas de precios e inversión para nuevas fuentes de energía, que son fundamentales para la integración rentable de tecnologías renovables en el ‘mix’ eléctrico».
Los mercados intradiarios son aquellos en los que los compradores y vendedores de electricidad pueden intercambiar energía en las últimas horas antes de que se inyecte en la red.
Según Bruselas, tienen «un papel esencial para la seguridad de la red, pero también para el uso eficiente de las tecnologías verdes», como las energías solar y eólica.
A la Comisión le preocupa que EPEX Spot haya podido restringir la competencia en los mercados intradiarios. De manera más especifica, la investigación comunitaria se centrará en las dudas sobre si EPEX Spot ha adoptado conductas dirigidas a «excluir a sus competidores al restringir la capacidad de sus clientes para acceder a toda la liquidez del mercado intradiario».
Si se confirmaran esas acciones, supondrían una violación de las normas de competencia y podrían haber dado lugar a unos precios más altos de la electricidad para los consumidores y a una ralentización del proceso para lograr un sistema eléctrico más ecológico.
Bruselas recordó que la apertura de una investigación no prejuzga su resultado.