El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dicho, respecto a los precios de la electricidad, que «las intervenciones artificiales en el mercado suelen producir resultados indeseables», entre otros para los clientes, y ha advertido que los incrementos fiscales aumentan los costes que luego se trasladan a los precios.

Sánchez Galán, durante la conferencia con analistas en que ha presentado los resultados de la compañía en 2021, ha indicado que la intervención que hubo hace unos años en el Reino Unido es una muestra de los «resultados indeseables» que pueden provocar en el cliente, el contribuyente y las comercializadoras ese tipo de medidas.

Ha recordado como en el Reino Unido, un techo de precio de la luz, resultado del que considera un «muy mal diseño del suelo de precios», ha provocado el colapso de más de 30 comercializadoras minoristas, al tiempo que ha recordado que, cuando las medidas no funcionan, no se benefician ni las empresas, ni los clientes ni los contribuyentes, que tienen que afrontar el coste.

Además, ha advertido que cualquier incremento fiscal aumenta los costes, y esos mayores costes se reflejarán en el precio de la electricidad de alguna manera.

En el caso de Iberdrola, cuyos resultados se han visto afectados en España y el Reino Unido en 2021 por los altos precios de la luz en el mercado eléctrico, ha indicado que han conseguido mantener los precios a los clientes y la factura no se ha visto alterada para la mayoría de ellos por los altos precios mayoristas.

 

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Galán ha dicho que Iberdrola no ha vendido electricidad a esos precios de 200 euros/megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista, que hubieran multiplicado por dos los resultados de la compañía.

«Nunca hemos estado vendiendo nuestra energía a los precios ‘pool’, especialmente en España», ha indicado el presidente de Iberdrola, que ha explicado que, por el contrario, han mantenido una política de precios fijos a los clientes, pese a que se han visto obligados a comprar en el mercado a precios elevados, como en Reino Unido.

Según Iberdrola, en 2021 vendieron la luz a unos 85 euros/MWh, aunque esa cifra incluye otros costes, con lo que la equivalencia con el precio mayorista (sólo la energía) sería de unos 60 euros.

Ese precio continuará al mismo nivel en 2022, lo que permitirá mantener la estrategia de la compañía de proporcionar contratos a largo plazo y precios fijos a sus clientes, que es lo que está haciendo para intentar aliviarles el alto precio de la energía.

Sánchez Galán ha dicho que el gas es elemento responsable de esta subida de precios, aunque también el «buen funcionamiento» del mercado de derechos de emisiones de CO2, que se encuentra en máximos.

En su opinión, los estados miembros de la UE tienen que acelerar el despliegue de renovables para evitar la dependencia energética del exterior, que está generando altos precios.

 

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También considera que hay que introducir medidas para reducir la factura eléctrica, pero sin afectar al mercado, así como incentivar los contratos bilaterales, de los que ha dicho que hay que «hacer más».

Ha recordado que, con esos contratos, Iberdrola ha conseguido mantener precios a sus clientes y que la factura anual no se haya visto afectada para la mayoría.

Asimismo, ha señalado que para reducir la factura de la luz a los más vulnerables se podrían utilizar los ingresos de las subastas de CO2, en lugar de introducir un coste adicional por tributos a las compañías, que obliga a aumentar luego el precio al consumidor, posibilidad que reflejan los contratos a precio fijo de Iberdrola.

En España, Unidas Podemos presentó una propuesta de reforma fiscal que incluía una subida impositiva a las grandes eléctricas.

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